Leí la entrevista que el poeta Carlos Vicente Castro le hizo a Mario Moltalbetti para el suplemento cultural Confabulario.

Dos fragmentos que me gustaron mucho, que me hicieron pensar:

…si ves en un poema un montón de palabras que deben ser descifradas, empiezas mal. La idea misma de signo como unidad que conecta sonido y significado es una idea muy tramposa al enfrentarnos a un poema. Prefiero la vía a-semántica, a-semiótica, fijarme en la sonoridad, en el ritmo, en la prosodia, en fin, en el movimiento del poema. El primer verso del poema “Los heraldos negros” de Vallejo es “Hay golpes en la vida tan fuertes, yo no sé”. Si Vallejo hubiera escrito “No hay golpes en la vida tan fuertes, yo lo sé”, ¿hubiera cambiado algo? No lo creo. Y eso debería darnos una pista.

Y luego:

¿Cómo es tu relación, ya no con el lenguaje, sino con las palabras?

Pregúntale a un halcón que se lanza sobre una bandada de pájaros lo mismo. Quiero decir: si el halcón se concentra en un ave en particular probablemente se morirá de hambre. Primero debe entender el movimiento de la bandada y luego, con suerte, atrapará algo. Pero nunca atrapará a la bandada entera.

La entrevista completa puede leerse aquí.

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José Miguel Tomasena

Escritor, periodista, profesor universitario. Autor de El rastro de los cuerpos (Grijalbo, 2019) , La caída de Cobra (Tusquets, 2016). Co-guionista de Retratos de una búsqueda. Premio Bellas Artes de Cuento San Luis Potosí en 2013 por ¿Quién se acuerda del polvo de la casa de Hemingway (Paraíso Perdido, 2018). Investiga formas de socialización lectora en internet.