Antes de vivir en Barcelona, escribí una lista de los lugares que quería visitar. El Tibidabo era uno de ellos.
Hace años fui.
Y luego olvidé lo maravilloso que es, las vistas de toda la comarca desde lo alto.
Ayer regresé con mi hija y sus amigas del colegio.
Hacía frío.
Me convierto en niño en los parques de atracciones.