En esta serie sobre lo que significa publicar en tiempos de internet, a propósito del libro La máquina de contenido, de Michael Bhaskar (FCE), ya dediqué una entrada a exponer lo que internet hace con la producción y difusión de contenido, y otra a explicar la teoría general de la edición de Bhaskar.
Ahora quiero detenerme en un fenómeno fascinante, que es la explosión de pequeños sellos editoriales que apuestan por la calidad literaria.
Y es que, aunque es verdad que el mercado editorial se concentra en grandes conglomerados trasnacionales —Penguin-RandomHouse-Mondadori-Alfaguara y Grupo Planeta, básicamente—, también es verdad que nunca antes había habido tantos editores publicando libros buenos.
Cuidan su selección. Publican en pequeños tirajes. Para nichos específicos. Parecen asumir que, aunque se necesita dinero, nadie va a hacerse rico. Los valores están en otro lado: en el valor de las ideas, de los libros bien hechos, hermosos. Cuidan la promoción y la venta en librerías exquisitas.
Es complicado distinguir qué significa ser independiente. Sé que hay un libro en la colección Libros sobre libros del FCE —¡qué grandes! — que trata el tema, pero no lo he leído. Y hace unos días, Bernat Ruiz definía la independencia de un modo más pragmático:
“Una editorial es independiente cuando no depende de otra editorial, de un grupo editorial ni cuenta con tamaño suficiente para influir decisivamente en las condiciones del mercado”
Lo que quiero resaltar es que, en términos de Bhaskar, éstas editoriales están construyendo un modelo y un nuevo marco de interpretación para la literatura que vendría a decir algo así como: “A nosotros sí nos importa la literatura”.
Y no es que así sea necesariamente —insisto—, no es que a las grandes editoriales no les importe la literatura; sino que ésta es la disposición previa que están construyendo. De modo que publicar ahí construye la idea de que estamos ante libros de calidad literaria.
Periférica, Libros del K.O., Cuneta, Sexto Piso, Impedimenta, Reservoir Books, Tumbona, Caja Negra, Errata Naturae, Cuneta, Eterna Cadencia, Libros del Asteroide, Páginas de Espuma, Astiberri, Sur Plus, Libros del Zorro Rojo, Almadía…
La cuenta es enorme, infinita.
Como es tan difícil conocer todas, he abierto este documento colaborativo para que me ayuden a hacer un mapa lo más completo posible. ¿Me ayudan?
Sé que algunos están esperando la respuesta sobre lo que haré con mi libro de cuentos inédito. Me da pena decepcionarlos, porque no tengo respuesta.
Como ya dije, descarto la auto-publicación, porque me interesa una opción que me dé la mayor amplificación posible. Aunque las editoriales grandes tienen mejores condiciones de distribución y amplificación en prensa, creo que alguno de estos pequeños sellos puede ser una magnífica plataforma.
Así es que, por el momento, seguiremos esperando.
Participa
Me gustaría mucho leer sus comentarios. Así es que pueden participar de las siguientes maneras:
a) Ayudarme a construir el mapa de editoriales independientes en español.
b) Comentar cuáles cuáles de estos sellos son sus favoritos. Y por qué.
c) Y si no saben qué decir, en la sección de comentarios pueden escribir:
Y todos cuantos vagan
de ti me van mil gracias refiriendo,
y todos más me llagan,
y déjanme muriendo
un no sé qué que quedan balbuciendo
Un no sé qué que queda balbuciendo es un birlibirloque de San Juan de la Cruz, ¿no? Bueno, un birlibirloque según yo. Quizá laboró el pobre hombre hasta el cansancio. Mi hermano publicó un libro, una noveleta, una no-ve-leta, (Ichtus) en Juanas Editoras, en Ensenada. Él quedó encantado con la edición. Pero yo no consigo una. No tengo Facebook y he mandado correos diciéndole a Juanas que pago por una edición. Nada. No hay respuesta. Leí el texto de mi hermano y me gustó. Si tú lo encuentras por Face, me dices. Pago dinero por un ejemplar. Si te gusta la editorial, considérala para publicar tu libro. Y me dices… para que sean dos libros que debo procurar de las ch**gadas Juanas.
Gracias, Carlos! Felicidades a tu carnal. No conocía A Juanas Editoras, pero los apuntaré en mi listado de indies.
Lo de «no sé qué que quedan balbuciendo», en efecto, es de San Yoni. Y es mi verso preferido del mundo.
Paraíso Perdido, Mantis, Arlequín y Salto Mortal están trabajando en Guadalajara. En DF también conozco a Nitro Press. En Argentina está Eterna Cadencia y en alguna FIL conseguí un libro de una editorial Venezolana que era una cooperativa entre autores. Se llamaba, porque no sé si continúe Lugar Común.
Por cierto, ya me compré el libro La máquina de contenido 😉
Gracias por tus aportaciones, Cecilia. Los anotaré en mi mapa.
Y espero que la lectura de Bhaskar te resulte tan estimulante como a mí. Luego pasa que las querencias personales no le dicen mucho a los demás. Me cuentas, ¿va?
Ah, hay una más, que se me olvidaba, Ediciones Monte Carmelo, aquí en México. Editan poesía y tienen algunos títulos de narrativa.